Páginas

¿Qué tal fue el último seminario del 2011?

Queda atrás el 2011 y con él cuatro seminarios del Postgrado en Acupuntura Clásica, métodos japoneses.

Los días 17, 18 y 19 de diciembre tuvo lugar un nuevo encuentro, a cargo de Manuel Rodríguez Cuadras y Miguel Ángel Cabrer.

Esta vez tanto la teoría como la práctica estuvieron llenas de novedades y temas polémicos.

Durante la primera jornada se introdujeron nuevas técnicas asociadas, que se emplean normalmente en la cuarta fase de tratamiento (control de síntomas), y que pueden sumarse a la práctica clínica inmediatamente después de aprenderlas. El recorrido incluyó shiraku (microsangradura), microestimuladores (ryu, empishin y las nuevas press tack de Seirin), y se continuó trabajando sobre okyu.

Estas técnicas, de gran ayuda en clínica, suelen caer en el cajón de los olvidos cuando forman parte de la gran masa de conocimiento que se imparte en los cursos monográficos tanto de método MANAKA como de Terapia de Meridianos. Afortunadamente para los practicantes que cursan este postgrado, el tiempo está de nuestra parte en esta oportunidad, y así como con el okyu se ha ido revisando y refinando poco a poco la técnica, lo mismo irá ocurriendo con el resto de herramientas terapéuticas a lo largo de los siguientes seminarios.

Otro tema novedoso, pero que en sí ya había sido introducido con anterioridad fue El Yi.
Este término tan difícil de traducir, que abarca desde aquello que aprendimos en 1º año reside en el Bazo, pasando por el simple foco y hasta la consciencia más inclusiva, este término, no es sólo una idea: sus implicaciones e impacto en la terapia son palpables y comprobables…
Y este fue parte del ejercicio en esta oportunidad: Una vez presentadas las bases teóricas enraizadas en los Clásicos que abren la vía a la exploración, mediante ejercicios prácticos con comprobación y feedback, se experimentó el efecto de la ‘atención’ en el pulso y consiguientemente en la efectividad de la intervención terapéutica. ¿Todos los tipos de ‘atención’ son iguales?, ¿Cambia el efecto de mi intervención (punción) empleando un tipo de ‘atención’ u otro? ¿Todos producen una mejora? Estas y otras varias preguntas encontraron respuesta o al menos despertaron una inquietud constructiva durante las sesiones prácticas de trabajo.


En la última jornada se introdujo la palpación abdominal empleada en el método MANAKA, y las áreas que constituyen cada patrón de tratamiento.

Para aquello que ya han cursado monográficos en este método, la introducción paulatina ha resultado tal vez, inicialmente, un tanto extraña, lenta y una pérdida de tiempo… pero ha resultado tener una cantidad notable de ventajas, algunas de las cuales son la posibilidad de poder integrar los detalles más sutiles de la técnica, y bajo supervisión cercana de los profesores de prácticas.
Esta forma de entregar la información, aparentemente más lenta en un principio, sitúa al practicante en un punto mucho más avanzado de comprensión cuando finalmente se encuentra ante su paciente dispuesto a poner en práctica lo que ha aprendido. Su técnica es mucho más sólida y ha sido validada durante el proceso de aprendizaje práctico tanto por profesores, auxiliares de prácticas como por los demás medios de feedback específicos durante una larga extensión de tiempo.

El próximo encuentro tendrá lugar los días 20, 21 y 22 de enero. ¡Seguiremos informando!